Crear es ser humano



Por Gustavo Bedrossian

“¿Qué tipo de arte dejarás a tus espaldas?"(Erwin McManus)

El día que descubrimos que somos distintos, que tenemos un toque único dado por Dios, y que Él nos desafía a correr el riesgo de transitar ese sendero absolutamente original… todo cambia. Erwin McManus en “El alma artesana” nos estimula a transitar ese camino. En este día, te comparto algunos pensamientos en relación con el tema de la creatividad:



“He llegado a entender, después de más de treinta años de estudiar la creatividad humana, que la gran división no está situada entre quienes son artistas y quienes no lo son, sino entre quienes entienden que son creativos y quienes han llegado a convencerse de que no lo son…

La tragedia, desde luego, es que la mayoría nunca hemos pensado en nosotros mismos como artistas. La mayoría de nosotros vivimos nuestras vidas convencidos de que no somos creativos. La mayoría de nosotros hemos pasado nuestras vidas admirando a quienes tienen el don de la creatividad, a la vez que consideramos nuestro papel como sencillamente el de celebrar su singularidad…

Lo que más necesita la humanidad es que liberemos a la creatividad de esta categoría singular de lo extraordinario y la pongamos en manos de lo ordinario y común. La creatividad debería ser una experiencia diaria. La creatividad debería ser tan común como respirar…

En algún lugar a lo largo del camino nos dijeron que la creatividad es un regalo que se otorga a unos cuantos extraños y de élite. El resto de nosotros tenemos que batallar en la vida haciendo lo mejor que podamos con lo poco que se nos ha otorgado. Lo que empeora más las cosas es que esta perspectiva se ve reforzada por las creencias comúnmente sostenidas por sinceras personas de fe…

Esta es la valentía del artesano: conocernos a nosotros mismos y ser fieles a ese conocimiento. El artesano rechaza todo lo que nos hace ser falsos y acepta el inmenso riesgo de ser leal. Aceptar nuestro yo auténtico y vivir en esa cruda expresión de ser plenamente humano es nuestro mayor riesgo y nuestra más abundante recompensa…

Es más fácil controlar a las personas si las convencemos de que inherentemente no son creativas, pues de ese modo todo el mundo sencillamente se conforma y coopera…

Crear es ser humano. Crear es cumplir nuestra intención divina. Crear es reflejar la imagen de Dios. Crear es un acto de adoración…

Somos el resultado de un acto creativo por un Dios creativo. Él nos diseñó a su propia imagen; nos diseñó con intelecto y con imaginación; nos diseñó con razonamiento y con pasión; nos diseñó para soñar, para arriesgarnos y para crear…

Cuando somos liberados de las reglas y las regulaciones que con tanta frecuencia se nos imponen en el nombre de Dios, descubrimos que la creatividad es el resultado natural de la espiritualidad”.

publicado en www.psicorecursos.com.ar

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