Marcelo Bielsa: "“Un hombre con ideas nuevas es un loco, hasta que sus ideas triunfan”


A continuación, transcribimos varias de las reflexiones vertidas por el director técnico rosarino, que van más allá de las contingencias típicas del fútbol. Su concepción sobre el éxito, el liderazgo y la comunicación nos muestran una manera de encarar la vida:



"Nosotros deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción. Los seres humanos de vez en cuando triunfan. Pero habitualmente desarrollan, combaten, se esfuerzan, y gana de vez en cuando. Muy de vez en cuando."

“No permitan que el fracaso les deteriore la autoestima. Cuando ganás, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y eso deforma tanto. Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo porque perdiste. En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados, eso sí es lo importante; lo importante es el tránsito, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo. Lo otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal.”

“Cuando yo era chico, y vivía en un barrio, la gran novedad o logro era tener un auto, y cuanto más lujoso era el auto más reconocimiento para la familia que lo había obtenido. Pero había una distinción para nosotros, el reconocimiento a la familia era en función de qué había hecho para conseguir ese auto. Había familias que trabajan padres e hijos y se compraban un Seat. Y había familias que se ganaban la lotería y se compraban un Mercedes Benz. Y nosotros valorábamos al que trabajaba mucho y se había comprado el Seat. Le doy ese ejemplo porque a partir de ahí aprendí que no se evalúa lo conseguido sino lo merecido. Primero hay que ver si el medio está de acuerdo con que se evalúe lo merecido y no lo conseguido, la respuesta es no.”

"Como todos, pierdo mucho más que lo que gano. Entonces esa identificación del ganador de turno con los valores es una trampa, una gran trampa"

"Pagarle más al jugador en busca de que rinda más es una forma de pervertirlo"

"Son mucho más importantes los principios que las conveniencias deportivas. Los equipos con principios terminan a la larga siendo mejores deportivamente"

"El fútbol necesita que el jugador tenga una alta autoestima, pero la autoestima lleva a la vanidad y la vanidad te hace egoísta. El entrenador debe aprender a controlar eso dentro de un grupo y encontrar un balance"

“Si algún día tuviera que analizar a un entrenador, prescindiría del resultado, examinaría el método"

"Si quien llega primero tomando atajos no sufre la condena dentro del grupo, ese equipo está enfermo. Aplica también a la sociedad"

"Creo verdaderamente que esta condición de conducir no es muy diferente a la que lleva un padre de familia. Yo, sinceramente, digo que tiene mucho más que ver con la repercusión de lo que hacemos que con lo que hacemos verdaderamente. Es decir: nos ponen a nosotros aquí por los antecedentes, por la repercusión, porque a todo el mundo le gusta el fútbol. El fútbol está encarnado en el ser de los argentinos, pero un padre de familia también administra las emociones del grupo que dirige, de sus hijos, de su esposa, del resto que confluyen en la familia, por lo cual lo que les cuente también puede ser vinculado con cada uno de ustedes"

"Todo lo que les pueda decir lo leí en algún lado. Nada de lo que les diga tiene que ver directamente conmigo. De hecho, ´En el individuo está la fuerza del equipo´ es el título de la charla y es una frase que mi hermana me comentó que la dijo Jorge Valdano. Y yo adhiero a eso"

"Quienes ejecutamos esta profesión no podemos permitir que se gane de cualquier manera"

"Cuando el futbolista queda tan obligado a ganar como sea, tarde o temprano se pervierte"

"El excesivo intervencionismo termina por joder al jugador"

"Nosotros deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción. Los seres humanos de vez en cuando triunfan. Pero habitualmente desarrollan, combaten, se esfuerzan, y ganan de vez en cuando. Muy de vez en cuando"

“¿Por qué le voy a dar una entrevista a un tipo poderoso y se la voy a negar a un pequeño reportero de provincias? ¿Por qué voy a acudir a una emisora líder cada vez que me llame y en cambio jamás a una pequeña radio del interior? ¿Cuál es el criterio para hacer una cosa así? ¿Mi propio interés? Eso es ventajismo”

"El fútbol puede prescindir de todo: va a seguir viviendo sin entrenadores, sin dirigentes, sin futbolistas, sin espectadores. Pero no puede seguir viviendo sin escudo. Porque el escudo es el que emociona. Todo lo que el fútbol genera, lo genera porque hay un afán de captar la emoción del que llora porque el equipo gana o pierde”

"El espectador es un tipo que mira y disfruta (o no) según la belleza de lo que se le ofrece. El hincha es otra cosa. Por eso digo que en el fútbol, lo único insustituible son los hinchas. Siento una gran atracción por las hinchadas. Me enojo cuando voy a la cancha con gente que no me ayuda a descifrar los cantitos"

"El fútbol es del que quiere al club. Ese es el corazón de esta actividad. El fútbol es de la gente. Pero Segovia dice que le gente no vota"

"Nosotros nos resistimos a invertir en aquello que no se percibe inmediatamente. Yo puse mucho esfuerzo y lo puse por vocación"

"Cuando llegué a Chile no había nada. Ahora que hay futbolistas en Europa, auspiciantes y triunfos, aparece la codicia"

"En Chile aprendí el valor de la moderación. Soy argentino y los argentinos somos exaltados, nos guían el impulso y la emoción"

"A mí me cuesta mucho tomar decisiones. Con el paso del tiempo y a contra mano de lo que todos piensan, yo no logré poder tomar decisiones fácilmente. Yo siempre busco ayuda”

"Todo lo que pienso lo leí. Vi que lo que yo pensaba era lo mismo que decía mucha gente: los especialistas y la gente de la calle"

"¿Qué valoro de lo que me tocó vivir? Que despertó mi vocación, puso en juego los aspectos que tienen que ver con la vocación: uno lo hace por más que no sea necesario, lo hace porque le produce felicidad. Dirigir a Chile me despertó amor por la tarea, amor por la vocación. Valoro haber sido liderado por una conducción que despertó lo mejor que tiene este ser humano: el amor por la vocación"

"Generalmente, trabajamos más para enojar a quienes nos atacan, que para alegrar a quienes nos apoyan. En Chile me pasó esto último"

"Yo no voy a trabajar bajo la conducción del Sr. Segovia, es imposible pensarlo. Yo se que no debo tomar partido por mi empleador, pero sí necesito que coincidamos respecto a la tarea que vamos a hacer en común"

"Pase lo que pase en la elección de mañana, habré actuado como entiendo que debo actuar"

"He sido inmensa e injustamente querido aquí. Pellegrini dice bien: yo no inventé el fútbol ni soy Dios. El fútbol va a seguir conmigo y sin mí. Y no es falsa modestia"

"El fútbol es de la gente. Pero Segovia dice que la gente no vota. Entonces un proyecto que excluye a los destinatarios, ¿es democrático? Me importa que se interprete como fascista a aquel que ofrece una grieta para quienes gobiernan el fútbol: los hinchas"

"El fútbol es el primer deporte del mundo, es el deporte más atractivo para todos los continentes. Si yo tuviera que decir por qué sucede eso, es porque no siempre ganan los poderosos"

“Estar en un mundial para cualquier hombre de fútbol es una sensación de mucho peso. A nadie que se dedique a esta profesión y la quiera puede resultarle indiferente. A mi me conmueve como a cualquiera de los que estamos aquí”

"Para mí lo más importante es la comunicación. Dependo de la palabra. La comunicación es muy importante y tiene que ver mucho con la jerarquía. El técnico tiene que tener un aspecto único y no hacer sentir al futbolista como un igual"

"Te dicen que sos un tarado por no tener un plasma y más cuando se va a jugar un Mundial. Cuando el televisor te lo venden en cien cuotas, no saben tampoco si vos lo vas a poder pagar. Las dos partes se engañan. Con una diferencia: cuando se venden todos los televisores en 100 cuotas, se gana el 20 por ciento, entonces todos los demás están en condiciones de arriesgar, porque ya pagaron el televisor y ya ganaron. Pero cuando alguien dice: mirá, en vez de pagarlo en 100 cuotas, que es un robo, robalo. Porque otro hizo el trabajo sucio, quebró la vidriera y sacó el candado. La gente entra y lo saca, no porque sean malos, sino porque han sido empujados a esa cuestión. No podemos situarnos en una posición en que yo soy el bueno y todos los demás son los malos, sin que la crítica y el resentimiento nos ganen, porque yo soy el único que batalla, porque soy el único perfecto. Si hubiera podido, me robaba el plasma. ¿Saben por qué yo me lo robaba? Porque yo estaba en Pinto Durán, había un televisor Sony, que yo no lo había pagado. Era de la Federación, un regalo, y yo estaba preocupado por si se caía. Y no era ni mío. ¿Qué quiere decir eso? Que, haciendo la proyección, hubiera robado porque con todo lo que tengo materialmente, estaba preocupado por un televisor que no pagué. ¿Cómo un tipo medio, de a pie, como se dice aquí, no hubiera robado? No hay que justificar ni satanizar. Hay que tomar conciencia de implementar un cambio. Hay que tener autocrítica para mejorar"

“El arma suya como periodistas es la palabra escrita. Mi arma es la palabra hablada. Yo uso cincuenta frases para redondear una idea y después ustedes tienen que ponerla en una línea. Eso a mí siempre me aterroriza, quizás porque no sé escribir. Lo que odio es cuando no aciertan en la transcripción. Prefiero que nadie me conozca a que me conozcan equivocadamente”

“Soy especial: me importa mucho la opinión del otro, y en ocasiones me causa mucho daño lo que lleguen a pensar de mí. Por eso también me trauma tanto dirigir: porque es un acto público y me expongo cada vez que mi equipo sale a la cancha. No me gusta que me odien o que me insulten; o siquiera que me interpreten mal”

"Nunca me dejé tentar por los elogios. Los elogios en el fútbol son de una hipocresía absoluta. El fútbol está concebido así, tiene que haber o una gran alegría o una gran tristeza. Derrota o victoria, sangre o aplauso son valores muy caros al ser humano. Entonces, en el fracaso sufro mucho la injusticia del trato, no logré nunca dominar eso. Siempre sufro mucho cuando perdemos y cuando soy maltratado, pero sí logré no creerme la duración del éxito. Como no se revisa por qué ganaste, da lo mismo, te adulan por haber ganado no porque mereciste ganar, por el recurso por el que ganaste, entonces tuve claro siempre que esa franela, porque ése es el término, es impostora"

"No permitan que el fracaso les deteriore la autoestima. Cuando ganás, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y eso deforma tanto. Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo porque perdiste. En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados, eso sí es lo importante; lo importante es el tránsito, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo. Lo otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal"

"Estoy absolutamente convencido de que la fama y el dinero son valores intrascendentes. Pasa que claro, nos los describen con un peso tan significativo que parecería imposible resistirse a valorarlos. Creo que el espíritu amateur, el amor hacia la tarea, es lo único que vuelve satisfactorio el tránsito por el trabajo; cuando observo de qué manera son descriptos hacia el público las celebridades, los ídolos, lamento muchísimo que se jerarquicen esos tipos de cosas, que se los describan millonarios, que se los describan famosos, que se los describan extraídos de la realidad social, fuera del contacto con la gente común. Sí estoy convencido de una cosa: fui feliz cuando disfruté del amateurismo, fui feliz cuando crecí enamorado de mi trabajo. Yo tengo un profundo amor por el fútbol, por el juego, por la esquina, por el baldío, por el picado, por la pelota. Y desprecio todo lo añadido, todo lo que le fueron agregando para convertirlo extrañamente en deseado. Para explicar un poquito mejor esto, sé que la alegría de un triunfo en un partido dura cinco minutos, termina el partido y hay una sensación de efervescencia, una sensación de la adrenalina al tope que genera excitación y felicidad. Pero son apenas cinco minutos y después hay un vacío enorme y grandísimo. Y una soledad indescriptible"

"Me piden que haga conferencias más seguido. ¿Para qué? Para que me humillen y digan que hablo cuatro horas, y que las cosas que digo no le importan a nadie. Para que me humillen cuando publican que vienen treinta periodistas y que a medida que pasa el tiempo no va quedando nadie porque se cansan, se aburren y se van"

"Uno debe querer a quien conduce. Por eso hay que incluir al que no protagoniza y entender que los rebeldes no nos desafían, sino que simplemente están informándonos. Lo que no podemos permitir es que (los jugadores) dejen de luchar. El desborde, el desorden, lo que pase está admitido. Los choques, los bailes. Lo que no está permitido es que dejen de luchar. Si luchan por el objetivo de todos, merecen estar"

"La relación éxito y fracaso ha sido fundamental en mi vida, pero el éxito y la felicidad no funcionan como sinónimos"

"El liderazgo se ve en la derrota y el conductor solo es bueno si ha superado la adversidad. Las operaciones y los cambios se hacen en la victoria, no en la derrota. La adversidad es el momento de observación de las cosas"

"En Argentina, lo que le pasa al equipo incide mucho en la vida del hincha, ¿entendés? Si el cuadro gana, el hincha se euforiza en su vida personal, particular. Si el equipo pierde, se deprime proporcionalmente, afectando todas sus actividades. Entonces, eso hace que perder o ganar sea muy importante y esa presión se acumula finalmente encima del entrenador. Cuando vivís presionado por esa vorágine resulta que vos, como técnico, terminas pagándolo con algún desequilibrio en tu vida personal”

“Yo soy muy feliz haciendo lo que estoy haciendo. Es un juego. La gran ilusión que tenemos es producir resultados a través de un comportamiento que estéticamente valga la pena. Para mí es nada más que eso. Nada más y todo eso, ¿no? Nada más en el sentido de que no hay por qué vivir esto de otra manera que no sea satisfactoria, placentera. Vamos a jugar al fútbol, Argentina posee jugadores destacados, sabemos que estamos más cerca del objetivo que es ganar, si jugamos bien. De donde usted lo mire le puede agregar un montón de condicionamientos a esto. Son mensajes que tienen origen diferente al espíritu del deporte. Pero éste es el mejor escenario para que esto no sea profesional. Esto es deportivo. Entonces, es el mejor escenario para quitarle los subproductos indeseados que tiene el profesionalismo y disfrutar el deporte”

“Si algo ha obstaculizado la comunicación con la gente, ha sido el negocio periodístico”

"Uno vive y necesariamente necesita jerarquizar virtudes, decir éstas son las virtudes que rescato en los demás y quisiera para mí, que respeto, que valoro. A mí el deporte me dio ese parámetro. Yo aprendí por el deporte que la generosidad era mejor que la indiferencia, aprendí el valor de la significación del coraje, aprendí la importancia del esfuerzo y aprendí lo trascendente de la rebeldía. Son los tres o cuatro elementos con que yo después traté de orientar mi vida. No necesariamente tienen que ser ellas las elegidas, pero sí es indispensable que uno sepa cuáles son las virtudes alrededor de las cuáles quiere vivir"

“Un hombre con ideas nuevas es un loco, hasta que sus ideas triunfan”

“Denle ese mensaje a la gente, a los ignorantes díganle: el que pierde es un inútil, porque así está planteado”

"No ganar y ganar no es lo mismo, pero ningún éxito inmuniza"

"Un entrenador no es mejor por sus resultados ni por su estilo, modelo o identidad. Lo que tiene valor es la hondura del proyecto, los argumentos que lo sostienen, el desarrollo de la idea. No hay que juzgar la idea, sino el sustento. Yo puedo valorar proyectos antagónicos. Lo que nunca se puede hacer es sustituir las convicciones" "Parece que como perdimos no tenemos más derecho a nada. Yo tuve la suerte de que me renovaran el contrato, lo agradezco, lo celebro y lo valoro. Es el mayor éxito de mi carrera deportiva. Es un reconocimiento en el fracaso"

"Acepto que soy el responsable, pero no soy un inútil"

"Una porción de la prensa considera que al conjunto que perdió hay que destruirlo y buscar argumentos para que quede como inútil”

"Lo mejor del ser humano sale cuando el éxito nos abandona. Por eso, este tipo de actividades me asusta, me asusta dejarme seducir por la admiración, porque sé de antemano que es inmerecido".

"Nada de lo que diga es algo que no se le haya escuchado a alguien antes".

"El que lidera siempre lo hace presentando virtudes, a las que hay que respetar. Debe proponer virtudes que nadie puede rechazar, pues su rol es armonizar, no dividir".

"Las grandes inversiones deben ser en los momentos de prosperidad. En la adversidad nunca debe haber un momento de cambio. En la debilidad todos opinan, y uno se preocupa demasiado de los pedidos de alrededor. En la prosperidad hay que invertir para pasar el invierno".

"El líder necesita ser querido para ganar, no ser querido porque ganó".

"Usualmente, las licencias se les dan a los mejores y a los peores se les exige. Yo no estoy de acuerdo. A los mejores hay que exigirles. Siempre hay que estar dispuesto a sacrificar a los más importantes para que no se consideren imprescindibles".

"Para mí, la confianza es un sinónimo de relajación. Yo prefiero el miedo, porque te obliga a estar atento”

"Todo está permitido, menos dejar de luchar".

"El conductor es bueno si ha sufrido la adversidad"

“El liderazgo está directamente relacionado con la derrota. Porque es ahí cuando se verifica la consistencia del conductor. Una de las claves que tiene que tener un líder, es que necesita ser querido para ganar, y no ganar para ser querido"

"Desde afuera, el mensaje es absolutamente inverso. Uno tiene que estar dispuesto siempre a sacrificar al jugador más importante. Claro que hay jugadores que son muchos más importantes que el resto, pero si uno remarca eso, la colectividad se derrumba. La vanidad de los futbolistas es un tema que no hay que atacar, sino que hay que manejar. Si hay alguien que ataca eso, está profundamente equivocado"

"Las evaluaciones hay que hacerlas con la totalidad de los datos"

“Un entrenador qué debería hacer, ¿habilitar los entrenamientos o hacerlos privados? La respuesta es obvia: hacerlos privados. Si uno los hace privados, sabe que lastima profesiones ajenas pero protege la propia”

“¿Yo querría hacerle una broma a (Alexis) Sánchez, sobre un aspecto de su vida personal, sabiendo que eso iba a ser publicado? ¿Usted cree que me gustaría? No, ¿no es cierto? Sirve eso para decir: ‘mire, a veces cuando uno aspira a la privacidad, no es un capricho de profesiones enfrentadas’”

“El constante juego de los medios de comunicación: reclamarte lo contrario a lo que hiciste. Es parte de un negocio perverso, que ustedes (por los periodistas) conocen a la perfección”

“La barbarie, ¿sabe cuál es? La barbarie es decir: ‘te voy a mirar por el ojo de la cerradura, te guste o no te guste, y lo voy a hacer tantas veces hasta que te enojes’. La barbarie es invadir tanto la privacidad de una persona, hasta que la persona reaccione”

“Los elogios debilitan, sobre todo cuando son exagerados y describen como definitivas las circunstancias que son parciales”

“Los elogios son desmedidos y exagerados porque no se corresponden con lo que este equipo debe lograr”

“A veces, uno provoca cosas que no desea”

“Hay que tener grandeza para tolerar la injusticia de un resultado"

“Lo posible, ya está hecho. Lo imposible, lo estamos haciendo. Para milagros, necesitamos tiempo”

"La verdad, es la verdad del que tiene el poder. No es que no haya posibilidades de expresarse en disidencia, pero ustedes (por los periodistas) saben que cuando una verdad ocupa una décima parte de la hoja del periódico, y el 90% la ocupa ‘otra’ verdad, la verdad del poder es la que gana, no se comparan las dos verdades. Hay una verdad, y la verdad contraria, una el 10% y otra el 90%. ¿Qué es cierto? Lo que es mentira. ¿Qué cosa no se reconoce? La verdad"

“Le parecerá una frase hecha o un lugar común, pero las jerarquías se revalidan constantemente, y se alteran. Los espacios cuestan mucho imaginarlos definitivos. Y es lo que los jugadores hacen: el que está para conservar y que no para acceder. Ese es también uno de los ejes del desarrollo de los equipos. Que el que está sienta que merece estar, pero que hay otro que brega por el mismo espacio que él y que ambos pueden aspirar a lo mismo y competir lealmente”

“Los problemas no sólo desaparecen cuando uno los soluciona, sino cuando aparece otro mayor. A uno le deja de doler la cabeza, si le duele la muela. Ahora, esperemos que nos deje de doler la cabeza, sin que nos duela la muela”

“Imaginar lo que va a suceder siempre tiene mucho riesgo”

“Por prudencia, nunca me refiero a situaciones hipotéticas. Hay muchas cosas que podrían gustarme, y seguirían siendo situaciones hipotéticas, y yo evitaría referirme a esas situaciones hipotéticas”

“Sea ese el argumento, o el que fuere, siempre hay que ganar, y no recurro a alguna situación puntual para acentuar la búsqueda de la victoria porque me parece inherente a la competencia. Competir para ganar, y que no haga falta ningún agregado para estar siempre con toda la disposición en la superficie porque, de algún modo, el día que no haya argumentos parecería que no va a ser indispensable ganar y para mí siempre lo es”

“Lo que sí, mire, si uno quiere aspirar a determinada posición, lo ideal, o lo conveniente, es estar cerca de esa posición, o dentro de esa posición, lo más rápido posible. Nosotros ya hemos dado muchísimas concesiones a la búsqueda de ese objetivo y, sea por el motivo que sea, no deberíamos seguir acumulando mensajes en el sentido contrario de las genuinas aspiraciones que tiene el equipo”

“Fortalecer el patrimonio futbolístico de un equipo siempre presupone una mirada hacia el futuro más optimista”

“Siempre me parece que comparar es un poco inconveniente”

“Yo prefiero referirme a las cuestiones a las que uno está implicado, o que tiene responsabilidades. En este caso, es una cuestión ajena a nosotros y no corresponde que yo me manifieste”

“Me cuesta mucho interpretar mis decisiones y poder explicarlas y justificarlas, y con eso tengo suficiente como para entender que no debo interpretar a otros, que tienen el mismo oficio que yo, y que tendrán sus argumentos, harán sus análisis. Yo no puedo, desde afuera, involucrarme en evaluar ese tipo de cosas”

"Sobredimensionar lo obtenido no es lo conveniente"

“Disgustado presupone señalar errores o responsabilidades evitables. Uno se enoja cuando pasan cosas que se pueden evitar, y eso genera decepción”

“El exitismo, que es imaginar que va a suceder lo mejor, no es conveniente. Luchar por tratar de obtener lo que perseguimos sí, pero dar por hecho lo que no sucedió, no comparto esa mirada”

“Predeterminar, imaginar lo que va a pasar o calificarlo, son demasiadas presunciones y obviamente prefiero no participar en esa proposición”

“Hay que estar preparado para todo. Y hay que evitar lo que no nos conviene”

“Nunca imagino qué va a pasar, alrededor de algo que no poseo. Sólo hay que expresarse sobre hechos que van a suceder, no sobre los que posiblemente sucedan. Los anticipos me parecen irrespetuosos con todo lo que va a pasar mañana”

“Cuando uno empieza a hacer referencia, de manera personal, a hechos que son de todos, que son colectivos, adquiere una singularidad a lo que va a pasar que yo no quiero atribuirme. Soy una parte más de los que participamos mañana y, lo que sientan los otros, es lo que voy a sentir yo”

“Cuando hay procedimientos y recursos que vuelven innecesaria la intervención mía, me someto a los recursos y procedimientos habituales. Hay una entidad que designa y que determina. No tiene sentido ningún tipo de expresión, en este caso mía, lo que designen me va a parecer bien y nos ajustaremos a eso”

“No es que me explique mal porque siempre las confusiones confluyen alrededor del tipo de pregunta y de quienes la formulan. Usted me pregunta si hay una condición que estimula mi decisión, y yo le digo ‘mire, no hay ninguna condición que yo tenga que revisar para plantearme continuar o no en esta institución’. Y usted dice ‘ah, entonces va a seguir’. Mire… Yo escucho muy bien lo que usted dice, porque me cuido, entonces lo que usted dijo, es: ‘Cabe concluir que la decisión esta tomada’. Como usted dijo ‘cabe concluir’, le digo mire, lo peor que me puede pasar a mi en una institución de este calibre es fijarme una posición donde parece que del otro lado tienden a mí más de lo que yo tiendo al otro lado. No quiero esa posición, porque no la siento. Lo que dije en su momento es lo mismo que repito: este tipo de acuerdos se generan, y una vez que se generan se informan, no se segmentan ni se investigan del modo en que usted lo hace, porque tienen decisiones únicas. Sí o no, y cuándo se produce. Como yo ya había dicho eso en otra oportunidad, veo el abordaje que usted hace como una especie de volver a preguntar por un camino sinuoso para ver qué contesto yo, que es lo mismo que dije en su momento, no esta sujeto a ninguna condición, porque si no parecería que se dan determinadas condiciones que refleja que el club no se asemeja a lo que yo espero. Al club yo no lo conocía y lo intuí de acuerdo a lo que me dijeron. Y es mejor de lo que yo intuí”

“Este club tiene los años que tiene, el prestigio que tiene, y es descripto mundialmente del modo en el que se lo hace. ¿Usted cree que hacen falta confirmaciones de esta naturaleza para interpretar una institución que tiene la identidad que tiene? Yo creo que no. No me gusta parecer coqueteando demagógicamente con el lugar donde trabajo, pero si usted ve un millón de personas festejando un triunfo, ¿cómo evalúa un millón de personas festejando un triunfo respecto de 8.000 personas que fueron a Manchester? ¿Cómo lo evalúa? Mi conclusión es: hay antecedentes que no necesitaban de la confirmación de lo de Manchester, como para interpretar lo que es la relación del público con su camiseta. Si usted me pregunta lo de Manchester, yo le digo que para mi fue extraordinario, porque ver eso… Aparte estaban todos juntos, atrás del arco y no pararon de gritar los 90 minutos, y había un 70% del público que no podía expresarse a raíz de que el 20% se expresó del modo en que lo hizo, ¿a quién no le conmueve una cosa así? Ahora usted me dice, ‘¿se enteró?’ No, no me enteré, porque yo veo las fotos, veo los videos, sé de qué se trata. Entonces, no quiero menos valorar eso que para mi fue extraordinario y emocionante, pero tampoco quiero decir ‘mire, no estaba enterado de que este era el comportamiento’… ¿Está bien?”

“No deberíamos difundir lo circunstancialmente exitoso si el objetivo es transmitir valores”

“La producción se mide en función de las posibilidades, no exclusivamente en función de los logros, pero nosotros estamos acostumbrados sólo a valorar a aquel que llega más arriba”

“La sabiduría de los que gobiernan es zanjar las decisiones en función de la regla que indica qué es lo que se debe hacer”

“Para mi los objetivos no se consiguen fijándolos, sino dando pasos hacia ellos, ¿no?”

“Yo siempre desconfío de mis conclusiones, nunca creo seriamente en lo que pienso, y siempre someto mi punto de vista al punto de vista de otras personas a las que considero mas calificadas que yo, para verificar si la posición que asumo frente a algo en particular es cierta o no”

“Siempre es conveniente, pero en este caso más que nunca decir lo que uno piensa o lo que uno siente. Yo vengo de haber recorrido Constitución: todo lo que vi es demoledor, pero llegué aquí lleno de esperanza porque, la gente con la que hablé, tienen un dolor latente inmenso y lacerante, pero a su vez ya están reconstruyéndose, verdaderamente reconstruyéndose. Hay un optimismo, una energía, que uno jamás puede vincularla con un dolor o un duelo tan marcado, pero cada espacio físico que veía era imposible que asimilar, y cada conversación que mantuve fue una bocanada de optimismo por el futuro de todos ustedes, porque esa gente va a reconstruir lo que perdió, seguro”

“Es muy difícil negarse a la forma en que un chico te pide presenciar el entrenamiento. No es conmigo, es con los jugadores, con la institución. Como entre comillas tengo esa posibilidad, la desarrollo”

"Messi es un jugador superior, distinto, absolutamente verificado. Y ustedes saben qué hacemos los argentinos con las personas que admiramos. Las sometemos a una cantidad de pruebas que nadie termina por pasarlas, a no ser que seas campeón del mundo, como Maradona, y que ese campeonato se obtenga en base a su genialidad"

"Como Messi no ha hecho eso, que lo hará, pasa por ese proceso. Los argentinos también expresamos el afecto conjeturando, poniendo en duda todo aquello que queremos y valoramos" "Todo lo que signifique enfrentar puntos de vista que generen polémica en un ámbito más profundo de revisión de lo que se está discutiendo, lo trato de evitar"

“Si uno elogia a quien lo elogia, parece una amabilidad exagerada que no es aprobada”

“Evaluar y prepararse a celebrar lo que se puede conseguir antes de hacerlo es un ejercicio estéril, antipático e innecesario que nunca presagia cosas buenas. Lo ideal es estar llenos de expectativas e ilusión, pero no evaluar lo que haría si, sino hacerlo después”

“El paso del tiempo modera los excesos que todos los jóvenes tienen, que todos los principiantes tienen. Cuando empecé a entrenar era siete años más joven que ahora y era un principiante, y seguramente habré tenido en esa época algunos excesos que espero no tener ahora”

“Mi carrera ya está construida, para bien y para mal. Yo he tenido muchos más fracasos que éxitos, y los fracasos me han marcado mucho más que lo que me han distinguido los éxitos, los pocos que obtuve. Nadie se acuerda, sobre mí, algo más vinculado a Japón-Korea, que fue un fracaso deportivo grandísimo. Ya por lo peor he pasado. También sé que, en esto, protegerse no ayuda: todos finalmente perdemos, hoy, dentro de un año, ayer”

“Cuando los pedidos se originan en muchos, y el origen es el afecto, es muy difícil razonar con criterio: uno se somete a las reglas del corazón y termina aceptando lo que lógicamente te parece injusto o desmedido”

“Es tan desafortunado vincular el partido con la muerte de una persona que me resisto a la ligazón que usted propone. Usted me dice ‘repercutir’… disculpe, yo no quiero enfrentarme con su idea ni muchísimo menos degradarla. Pero no puedo responder porque usted está preguntándome si el rendimiento esta sujeto a las sensaciones que genera la muerte. No se puede responder esa pregunta. No se debe responder. No puedo vincular rendimientos con este episodio, porque este episodio es tan significativo que no debe ser emparentado con nada, y muchísimo menos con el rendimiento. Y no lo tome como una afirmación que menos valora su pregunta, pero no puedo no contestarla de otro modo. En todo caso, discúlpeme…”

“Esa es una descripción de los hechos, y ¿cuál es la pregunta? (…) Insisto, me parece que lo que suceda en el campo no es limítrofe con la cuestión. Hay cuestiones que son tan trascendentes que hacerlas limitar con aspectos que tienen que ver con el juego mismo, no se… A mi me cuesta mucho conciliar esas cosas, a lo mejor tiene sentido lo que usted dice que es lo mismo que dijo su compañero, que es decir ‘mire si usted va a desarrollar una actividad en un ambiente que esta influenciado por un hecho como la muerte de un aficionado, ¿cómo piensa que va a repercutir en el rendimiento de los jugadores?’. Si eso tiene lógica, yo me resisto a hacer la comparación, porque me parece que hacer la comparación es compatibilizar cosas o vincular cosas que relativizan mucho el significado de la muerte, porque si la muerte de un aficionado nos sirve para generar conclusiones de cómo va a repercutir ese ambiente en el rendimiento del equipo, uno dice ‘¿cómo podemos transitar este hecho por ese lado?’. ¿Me sigue lo que le quiero decir?”

“No estoy de acuerdo, respeto lo que él dice. Aparte, yo que usted, le creería más a él”

“Avanzar sobre la intimidad de un futbolista, tomando como vehículo su profesión, es un acto exagerado”

“Se pueden sacar conclusiones en un sentido o en otro: la urgencia a veces potencia y a veces precipita, según como opere”

“Estoy viejo, así que tengo que recorrer muchas imágenes. Pero acá hay mucho afecto, mucho cariño, mucho entusiasmo, y eso lo vivimos con gratitud”

"Eso tiene que ver con los usos de costumbre, con lo que se considere buena educación y la reciprocidad que establezcan las instituciones entre sí. Hay tantos elementos sociales e históricos que yo mal podría decir que es lo que corresponde. Siempre estoy a favor de reconocer a aquel que obtiene algo merecidamente, pero es un punto de vista genérico, que adaptará o no a esta circunstancia con elementos de juicio que yo no manejo”

“Uno elige el procedimiento que cree que más se acerca al éxito. Si no lo hiciéramos no será porque no lo hayamos planeado de ese modo, sino porque hay imponderables que uno no maneja. No siempre las intenciones se corresponden con los logros”

"Quiero insistir con que mucho mejor es ser prestigioso que popular, que mucho más importante es el recorrido con el que uno llega a un lugar que el éxito o no que se obtenga en la búsqueda, que los hechos son mucho más significativos que las palabras, que demostrar es mucho más importante que hablar, que hay que permitir que ingrese la información que riega nuestra parte noble y evitar que ingrese la información que estimula nuestros bajos instintos."

“Hay elaboraciones que son absolutamente personales. Yo transmito lo que a mí me parece, no lo impongo ni lo derramo sobre los futbolistas porque hay aspectos que son independientes y hay que respetar lo que uno siente. Si me guío por lo que observé, hay mucho dolor”

“Disfruté de Pelé, de Maradona, y disfruto de Messi. Participar de comparaciones me parece que no tiene como objetivo engrandecer al elegido, sino empequeñecer al descartado. Los tres son admirables”

“Lo felicité por un eslabón más de una obra magnífica e inolvidable que es su equipo”

“Nosotros terminamos de competir el día 25. El 26 me reuní con el presidente del club, quedamos en que iba a contestarle en el curso de una semana: en vez de hacerlo al otro sábado lo hice el domingo. El acuerdo económico fue instantáneo, no consumimos ni un minuto en ese aspecto, y todos los demás puntos que evalué tuvieron que ver con la construcción de un plan de trabajo que permitiera desarrollar con ilusión y perspectiva los compromisos de la temporada 2012/13. Ese plan de trabajo yo lo propuse, pero no lo impuse. De hecho, cada elemento que compuso ese proyecto, lo acompañé con la siguiente pregunta: ¿Si yo no fuera el entrenador, igual el club tomaría esta decisión?”

“Por la dimensión que tiene el club, y por mi dimensión de entrenador, no le puse condiciones al club. Les dije: ‘a mi me gustaría hacer esto, ¿al club le gusta lo mismo que a mi? Hagámoslo juntos’. Si el club tiene otro proyecto distinto, coméntenmelo y yo opinaré sobre la conveniencia de que sea yo quien lo encabece, pero siempre situé a la institución por delante mio. Si un profesional le pone condiciones a la institución, no quiero ser yo, porque mi estatura como entrenador no me permite sentirme comodo poniéndole condiciones, o hace esto o sino no pertenezco, ¿me entiende lo que le quiero decir?”

“Cuando yo diseñé el proyecto que me interesaba desarrollar en el Athletic de Bilbao, consideré que acabábamos de terminar una temporada de casi 70 o más partidos, considerando los amistosos. Soy una persona que, por mi intervención en relación al equipo, termino intoxicándolo. Tengo una vinculación muy invasiva, y considero eso un exceso de mi parte, pero me constituye como entrenador. Entonces quise desarrollar un programa que oxigenara esa relación que establecí durante un año con este grupo de jugadores que tanto aportó tolerando mis exigencias. Una de las cosas que quise acentuar es la calidad del servicio que recibe el jugador para el desarrollo de sus actividades profesionales durante la semana. Entonces propuse un plan de remodelación de instalaciones de Lezama, absolutamente austero, y con pretensiones de mínima. Siempre llevo conmigo una foto de unos chicos africanos que están jugando al pool en una mesa hecha de barro, donde las bolas están hechas de pasto y donde los palos, los tacos, son varillas afinadas. Entonces eso lo tengo porque cada vez que me toca dar una charla, los que escuchan inmediatamente dicen: ‘los planes que usted propone no los podemos desarrollar por ausencia de recursos’. Y yo, para evitarme palabras y explicaciones, saco la foto y digo: ‘estos chicos juegan al villar de este modo’. Por lo cual considero que todo se puede hacer proporcionadamente. A mí me tocó trabajar en el centro de AFA, que difícilmente haya uno mejor en el mundo que ese –viniendo de un argentino- y me tocó trabajar en Chile donde lo hicimos de la manera más austera posible. Entonces, planifiqué cómo podíamos mejorar las instalaciones de Lezama. Esto va para largo, discúlpeme, es proporcional a los errores con los que se han interpretado mis intervenciones, me siento muy incómodo extendiéndome en algo que no es importante, pero la importancia también se la dan los medios informando equivocadamente sobre esos temas, y la única persona que puede corregirlo soy yo, por eso lo hago. Entonces hice ese proyecto, lo que estamos haciendo ahora de hacer la pretemporada en Lezama en estas condiciones, me desprestigia mucho como entrenador, porque soy el responsable de que las condiciones de trabajo sean las que son. Sin embargo, tomé las previsiones para que lo que está sucediendo no sucediera. Que yo haya tomado las previsiones, no me exime de responsabilidad, porque finalmente las decisiones son mías y yo entiendo que el que conduce no se justifica diciendo ‘no fue mi culpa, fue la de aquel’. Hicimos una planificación de obras, que tenía tiempos de entrega. En esas obras, participó una empresa de arquitectura que diseñó y controló que el diseño se respetara, y la constructora, entonces yo habré tenido unas 30 horas de reuniones con estas personas. Yo no tuve vacaciones. Había términos de entrega, por eso dije que la pretemporada la hacíamos acá, que es un signo de austeridad, de ahorro, de querer más la casa. Y uno de los términos de entrega estaba situado para el 2 de julio. Me fui sabiendo que el 2 de julio un segmento iba a ser entregado. A la mitad del tiempo que yo estaba fuera de Bilbao, me anunciaron que de ese segmento, iban a cumplir sólo con el 50%, que el resto no lo iban a cumplir. Entonces redujeron al 50% unilateralmente la cantidad de obras que iban a entregar. Cuando llegué, iba a ver las obras y sólo revisé el 15% de las obras. Yo acá tengo las fotos de todos los errores con que se hizo este trabajo: no es que no se terminó, se hizo mal sabiendo que se estaba haciendo mal. Este trabajo se hizo a la mitad del 100% que se comprometieron a hacer, no de la totalidad del trabajo. Cuando yo llegué, me produjo indignación, porque este es un trabajo profesional, está hecho por empresas de renombre que reciben recompensas proporcionadas al prestigio que tienen, y que lo habían hecho de manera incompleta y mal, sabiendo que lo estaban haciendo mal. A mí eso me afectó mucho, porque tengo que asumir ante los jugadores el trabajo en estas condiciones y obviamente los medios de comunicación se encargan de resaltar lo improvisado que soy yo, y con justicia, como no van a decir cómo hace trabajar a un plantel que vale 300.000.000 de euros. Entonces pedí hablar con el jefe de obras: le dije, ‘mire, este trabajo está mal hecho, y usted sabe que está mal hecho’, ‘no, falta terminarlo’, ‘no, no falta terminarlo, lo hizo mal, y usted tiene una responsabilidad porque tiene que controlar que se haga bien’. Se había vencido el plazo de entrega, constaté que la tarea estaba mal hecha, los responsables de haber hecho mal la tarea no podían ignorarlo. Son profesionales reconocidos y como es natural exigen por sus servicios un pago proporcional a sus antecedentes. Consideré que el club, que es quien paga la obra, estaba siendo engañado. No cumplir con lo prometido, pero actuar como si se hubiera hecho del modo en que se estableció, a mí entender, tiene los mismos efectos que una estafa o un robo. No había ninguna autoridad que representara al Athletic, por lo que asumí que tenía que hacerme cargo yo del reclamo y lo reclamé. A la persona que se presentó como el encargado de la obra le expresé lo que anteriormente expuse, mostrándole cada uno de los detalles que ejemplificaba mi posición. No es que faltaba terminar, estaba mal hecho. A mi me produjo indignación que no se reconociera lo que era evidente y comencé a expresarme de manera ofensiva con esta persona. Como no podía ser de otro modo porque yo lo ofendí, él me contestó con la misma agresividad. Estábamos en el vestuario donde me cambio, primero le dije que se fuera y luego lo tomé del cuerpo y lo saqué a la fuerza del lugar. Yo a este señor no lo respeto, porque él hizo mal su trabajo, asumió representar a la empresa en el engaño y él sabe que el trabajo esta mal hecho. Cuando salió del lugar de donde lo expulsé, dijo que yo lo había golpeado y que iba a reclamar por lo sucedido, pero no hizo ninguna denuncia policial, creo que no la hizo presionado por la empresa que trabaja o por el Athletic de Bilbao, que quería evitar todo esto. Vista la situación, yo hice una denuncia en la cual me autoinculpo de la cuestión, porque pienso que este hombre tiene derecho a reclamarme el trato que le di. Siempre se juzga cuando uno se comporta como un salvaje, pero nunca se juzga a aquel que provocó la respuesta proporcionada. Este hombre verdaderamente estaba muy apenado por el trato que yo le di, y yo notaba que él decía ‘voy a hacer valer mis derechos’, pero no lo hizo, entonces él tiene a disposición una denuncia en la que me hago responsable, me autodenuncio, para evitar que la tome él, para facilitarle sus derechos. No lo quiso recibir, lo dejé en el estudio de arquitectura, y lo deje en el club también. Gracias a Dios después encontré al responsable de todo esto, y le pude decir lo que le había dicho al empleado. Considero lo que hicieron como una estafa, un robo y un engaño. Dijeron que faltaba terminarlo, y no faltaba terminarlo, estaba mal hecho en todos los niveles: de diseño, de construcción y de ejecución. He leído que yo cambio los planes constantemente, frente a eso le digo que es cierto que hay que cambiar constantemente el diseño, ¿sabe por qué? Porque quienes están diseñando esta obra, nunca diseñaron obras de esta naturaleza, y nunca hicieron lo suficiente. Cuando empezó la obra les digo ‘junten 5.000 fotos de instalaciones de esta naturaleza, porque el funcionamiento, las articulaciones entre diferentes núcleos…’ Le doy un ejemplo: un gimnasio tiene que estar entre el campo de juego y el vestidor, para que el jugador funcione vestuario-gimnasio-campo de juego, campo de juego-gimnasio, vestuario. ¿Cómo lo aprendí a eso? Zanetti es un jugador que no se ha lesionado nunca en su vida, el único que lo lesionó fui yo una vez en Brasil en donde tuvo una lesión de aductores. Y él siempre me decía: ‘cuando salgo del vestuario, paso por el gimnasio y hago una rutina de prevención de lesiones, y cuando vuelvo del campo, paso por el gimnasio y hago la misma rutina. El problema fue cuando me sacaron el gimnasio del medio’. Eso es un ejemplo, de que esto de la construcción de las instalaciones deportivas tiene secretos que tienen que ver con el funcionamiento. Ninguna decisión fue mía, en cuanto a cambios”

“No me sometí al procedimiento de hacerlo rápido pero mal, y defendí los intereses del Athletic. Esos cambios constantes, tienen que ver con mi preocupación porque se respeten los intereses de la institución para la que trabajo”

“A la fuerza: júzgueme como un salvaje. Así actué yo. Pero ya está resuelto, no internamente porque nunca me lo voy a perdonar, está resuelto porque ya me hice responsable yo de esa situación. Lo único que tiene que hacer es llevar adelante el reconocimiento de sus derechos, que creo que los tiene. Opino lo peor de esa persona, porque profesionalmente y humanamente sabía que estaba haciendo las cosas mal y trató de engañarme, de engañar al club… Fue la herramienta que utilizó la empresa para engañar al club. Yo no lo permití”

“El que manda, una vez que toma las decisiones, cuando las decisiones no producen el efecto deseado, no puedo decir: ‘esto no pasó porque vos que dijiste que ibas a hacer tal cosa no las hiciste’. De eso se trata mandar, de hacerse cargo de las cosas que uno tomó como su propia responsabilidad”

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