El lenguaje del cuerpo para tratar problemas de la mente




Por Rosana Guerra

“Somos nuestro cuerpo.” Así lo advirtió Scott Winfield, especialista en psicoanálisis y bioenergética, integrante del grupo de directores del Instituto de Psicoanálisis del Sudeste de Florida (Estados Unidos) y entrenador para el análisis Bioenergético.


Winfield, quien disertó en la Universidad Siglo 21 sobre el Rol del Cuerpo en la Psicoterapia, explicó que la bioenergética ayuda a las personas a reconectarse con su propio cuerpo a través de ejercicios físicos, posturas y la atención puesta en la respiración.

“Nos ayuda a identificar nuestros sentimientos en los niveles más profundos de forma más rápida que otras terapias, y ayuda a liberar tensiones musculares crónicas para lograr un estado de bienestar y una vida más plena”, indicó. También destacó que la bioenergética “nos permite volvernos más realistas y estar más enraizados con la vida”.

“Usted es su cuerpo” es la frase que resume la base en la que está fundada la bioenergética. Y significa que la forma en que el cuerpo desarrolla su propia energía, influye directamente en el modo en como la persona siente, piensa y actúa.

La bioenergética se basa en la obra de Wilhelm Reich, y fue desarrollada después por Lowen, uno de sus discípulos. Es una técnica terapéutica que ayuda al individuo a recuperarse con su cuerpo y a gozar en el mayor grado posible de la vida corporal. El cuerpo incluye la sexualidad, la capacidad de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo.

“El que no respira profundamente reduce la vida de su cuerpo. Si no se mueve con libertad o si está constreñida y obstaculizada la expresión de sí mismo, queda disminuida la vida de su cuerpo”, afirma Lowen.

Respirar en forma libre

Para Reich, el objetivo de la terapia es que el paciente pueda desarrollar su capacidad de entregarse plenamente a los movimientos involuntarios y espontáneos del cuerpo, que constituyen parte de su proceso respiratorio, lo que se logra realizando ejercicios y posturas y con atención puesta en la respiración.

A este movimiento ondulatorio en el cuerpo lo llama reflejo del orgasmo. Pero para él era algo distinto del clímax como resultado de una relación sexual.

Para Reich, el orgasmo representa una reacción involuntaria del cuerpo manifestada en movimientos rítmicos y compulsivos, que se produce cuando la respiración es libre y el individuo se entrega al movimiento natural de su cuerpo. En este proceso la pelvis se mueve espontáneamente hacia delante en cada exhalación, y hacia atrás en cada inhalación.

Pero cuando no se producen movimientos vibratorios en todo el cuerpo, es porque existen tensiones musculares crónicas, que para la bioenergética se corresponden con sentimientos y ansiedades reprimidos, como resultado de experiencias traumáticas del pasado.

Estas tensiones impiden la respiración natural plena, lo que reduce el nivel de energía de la persona, su capacidad de disfrute y de plenitud.

Para mejorar. Hay dos posturas y ejercicios básicos en bioenergética. Una de ellas consiste en asentar los pies sobre la tierra, lo que permite ponerse en contacto con la realidad en que se mueve, con su cuerpo y con su sexualidad.

La otra es la de la silla o asiento para respirar. La idea es que al arquear la espalda sobre el respaldo de una silla, se permite que la respiración recobre la profundidad necesaria para trabajar las tensiones musculares crónicas.

Estas tensiones reducen la respiración y la efectividad de la persona, y son resultado de la supresión de sentimientos.

Aprender a liberarlos a través de la actividad corporal devuelve a la persona la posibilidad de hacer conscientes los sentimientos reprimidos y brinda la oportunidad de tener una vida más plena y feliz.

Publicado en lavoz.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario