por Sui Me Chung
Dicen que cuando uno llora, nunca llora por lo que llora, sino por todas esas cosas por la que no se nos permitió llorar
Llanto acumulado, lágrimas en la garganta, amargura liberada, alivio en nuestro corazón.
Llorar sana, nos libera de todo aquello que con palabras no podemos explicar. Llorar no nos hace débiles ni inmaduros , por el contrario es un acto de humildad y honestidad. Hay personas que llevan años sin llorar, ¿La razón? desconexión con sus emociones, resistencia al dolor, evitar entrar en nuestras sombras.
Dejar a un niño llorar es un acto de crueldad. ¿Cómo puede entonces un bebé llamar a su madre y expresar que necesita su presencia y abrazos si no llora? Por generaciones se nos prohibió llorar, en muchos casos niños que eran mal tratados se les prohibía el llanto o se les amenazaba con un castigo mayor para que llorara con ganas....
Existen llantos de alegría, emoción, duelos, felicidad, sufrimientos y tristezas. No importa la razón, nuestro cuerpo necesita liberar el llanto para liberar estrés acumulado, emociones reprimidas, angustia en nuestra Alma y corazón. Nuestras experiencias de vida, buenas y malas quedan guardadas en nuestra memoria emocional , cuando se ha acumulado mucho dolor, nuestro cuerpo lo libera en llanto.
¿Has sentido alivio después de un buen llanto? Yo sí ¿Cuándo fue la última vez que lloraste? Yo ayer, y fue muy sanador.
No rehuyas del dolor, aunque nos cueste aceptarlo, despertarnos nuestra consciencia a través de él. Una persona que llora te está pidiendo presencia y abrazos. No cuestiones, no juzgues, a veces necesitamos vaciar nuestro interior para dejar espacio a nuevas emociones.
Tomado del perfil de Instagram de la autora
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