El desafío de entrenar a los jóvenes para los trabajos que sí los necesitan



por Paula Urien

El 51° Coloquio de IDEA mostró que los robots ya reemplazan las tareas repetitivas, pero también que hay puestos libres que nadie ocupa

MAR DEL PLATA.- En Amsterdam, una firma holandesa de impresión 3D llamada MX3D está en vías de poner en marcha la construcción de un puente que logrará cruzar uno de sus canales en 2017. Detrás de la creación de las máquinas, el trabajo y la inteligencia del hombre, pero una vez que ellas se ponen en marcha, atrás queda la mano de obra tal como la conocemos.



La robotización como amenaza es la gran preocupación de estos tiempos en materia de empleo cuando se mira hacia un futuro cercano. Pero hoy, en la Argentina, el presente indica que hay varias cuestiones para resolver, entre ellas, la de jóvenes que estudian carreras que no tienen demanda, mientras que existen trabajos que no logran encontrar gente que los lleve a cabo.

Un informe del Ministerio de Educación nacional muestra que sólo el 27% de los nuevos inscriptos a la universidad elige las ciencias aplicadas, como ingeniería, biotecnología o electrónica, todas con una excelente salida laboral. De ellos, sólo se recibe el 16%. Mientras, un 38% de los nuevos inscriptos opta por carreras relacionadas con las ciencias sociales, que por otra parte tienen un mercado laboral saturado. De ellos se recibe el 56 por ciento.

Las estadísticas del Indec al cierre del segundo trimestre de 2015 establecen una nueva baja de la tasa de desempleo, a 6,6% de la oferta activa. Sin embargo, el Instituto de Estudios Laborales y Sociales (Idelas) de la Universidad UCES detectó que el mérito de ese logro fue el persistente retiro de parte de la fuerza laboral del mercado de trabajo. "Se explicaría por la carencia de posibilidades para acceder a un empleo remunerado, con un piso de 890 mil y un techo de más de 3,6 millones de personas que cayeron en estado de desaliento", dice el informe.

Este es uno de los problemas que puede verse en la Argentina de hoy y un tema central en el 51°. Coloquio de IDEA. Ante este panorama, los especialistas aseguran que es necesaria una mejor planificación para poder encauzar vocaciones que lleven a una efectiva salida laboral.

El economista de Idesa, Jorge Colina, trajo como ejemplo sobre el escenario de IDEA el puente holandés que se autoconstruye, para luego poner el foco en un cambio en la educación secundaria para poder llevar adelante una revolución del empleo en el país. En la Argentina, el 64% de las personas en edad de trabajar de entre 25 y 30 años no terminó la secundaria, un problema gravísimo para la posterior inserción laboral. Además del abandono escolar, a pesar de la enorme inversión en educación, una de las más altas en América latina, las pruebas internacionales PISA a jóvenes de 15 años muestra que también hay una grave falla en la calidad de la educación.

El Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA (por sus siglas en inglés) evalúa a unos 500.000 estudiantes en 65 países, y compara la performance de cada uno con el fin de intercambiar entre ellos resultados y experiencias. Entre 34 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), más 31 países invitados a participar, la Argentina quedó en el puesto número 59.

Cálculos de Idesa en base a la encuesta de hogares urbanos del Indec revelan que entre las personas en edad de trabajar de entre 25 y 65 años el 46% tiene un nivel educativo bajo, con la secundaria incompleta; el 35% tiene un nivel educativo medio, con la secundaria completa, y sólo el 19% tiene estudios superiores completos.

Los problemas de empleabilidad en este país son muchos y hay expertos que atribuyen parte de este déficit en la organización misma del secundario, que está orientado en la mayoría de los casos a ser un puente hacia la universidad y no brinda la opción de ofrecer una salida inmediata laboral hacia un mercado con alta demanda.

El presidente del 51° Coloquio Anual de IDEA, Javier Goñi, y también gerente general de Alpargatas, aseguró que "la generación de empleo está estancada y es clave si queremos progresar y crecer. Hay que generar empleo genuino que dignifica a la persona. Es una herramienta para atacar la inseguridad, el narcotráfico y una cultura donde la falta de trabajo formal corrompe los valores del ser humano".

"La clave no pasa por competir contra la digitalización y robotización". sostuvo Jorge Colina, "sino por competir junto con ellas". Para el economista, las nuevas habilidades requeridas en el mundo actual son:

Inteligencia científica: capacidad de diseñar y programar las máquinas que automatizarán la vida de la gente.

Inteligencia creativa: ideas innovadoras, sentido artístico, sentido del humor, intuición.

Inteligencia social: capacidad de interrelación, sensibilidad, persuasión, sentido de la oportunidad, espíritu de equipo y liderazgo.

La propuesta del economista es una secundaria articulada con las empresas, para que los chicos puedan ya desde su adolescencia tener la opción de ser formados para el trabajo. "Hay que abrir distintas modalidades dentro de la educación formal", dijo Colina. Algunos casos son las escuelas de Techint o de Volkswagen, pero todavía se trata de ejemplos aislados.

Educar para el mundo que viene es primordial, sin embargo "no existe gente más resistente al cambio que los maestros" , aseguró el emprendedor y tecnólogo Santiago Bilinkis. "La educación es acerca del futuro, pero pocas cosas han cambiado tan poco como la manera en que educamos. Se sabe hoy que las computadoras no mejoraron la performance de los estudiantes en la Argentina. Era obvio. A quién se le ocurre que pasar de tomar notas en un papel a un teclado iba a cambiar algo. No es el hardware lo que transforma, es el software."

El futuro incierto Los empleos que podrían no existir están relacionados con servicios, ventas, trabajos administrativos y hasta dentistas, telemarketers, auditores, vendedores de real state y bomberos, entre otros.

"Los más fáciles de reemplazar son los rutinarios: contaduría, abogados, economistas, somos parcialmente automatizables", disparó el periodista Sebastián Campanario. Como ejemplo de lo inimaginable, Watson Health: una computadora que se está formando en medicina, y que puede diagnosticar y sugerir el mejor tratamiento posible para un paciente. "Estamos cerca de la inteligencia artificial como parte primordial de la medicina", agregó Bilinkis.

"El 47% de los empleos de los Estados Unidos podrá ser reemplazado por máquinas en los próximos 20 años", dijo Campanario, también economista, citando a Carl Frey y Michael Osborne, de la Universidad de Oxford. "Los empleos más difíciles de reemplazar serán aquellos que requieren habilidades como empatía, o coreógrafos, o directores de arte. Pero si tu trabajo te aburre, si es rutinario, una máquina te va a reemplazar."

Lo que llama la atención en la Argentina es que hay jóvenes de 18 años que inician sus estudios para trabajar en posiciones que en unos cinco años no se necesitarán. Según el fundador de Quasar Ventures, Santiago Bilinkis, una de esas actividades es la de los traductores, que ya compiten con máquinas que, aunque todavía realizan el trabajo de manera rudimentaria, están en vías de perfeccionamiento.

"Tenemos que aceptar que hay carreras que probablemente desaparezcan en 10 años, no creo que existan tareas que en algún momento las computadoras no puedan hacer. Por más voluntad que pongamos, si este es un fenómeno global, podría ser que en algún momento no sea posible tener trabajo", dijo Bilinkis. "Estamos viviendo una época de cambios muy acelerados que tienen una fuerte consecuencia en el mundo del trabajo. Hay compañías enormes como Foxconn, que es tailandesa y fabrica hitos actuales de la tecnología como el iPad y el iPhone. Tiene 1,2 millones de empleados, pero planea introducir un millón de robots para reemplazar el trabajo humano. No está sola en esto. El desempleo tecnológico no es nuevo."

Y hasta esbozó la posibilidad de que, a la manera del ocio griego, directamente haya personas que no trabajen y que sin embargo vivan muy bien. "Nos acostumbramos a que cuando sube el PBI cae el desempleo, pero estamos entrando en una era en la que puede no ser así", sostuvo. "Tenemos que convertir el no trabajar en algo que sea digno. Hay varios lugares del mundo que están discutiendo una asignación universal por el solo hecho de existir", dijo Bilinkis, para sumar la idea de que "hay que tener coraje, matar nuestro propio modelo de negocios porque si no alguien más lo va a hacer".

Campanario aseguró que "la Argentina tiene muchísimas cosas a favor en este fenómeno de disrupción de la innovación tecnológica", ya que tenemos "gente de primera línea" en neurociencia, emprendedorismo, creatividad e innovación. "Tenemos 4 de los 6 unicornios de América latina, empresas que cotizan más de mil millones de dólares, hablan muy bien de nuestra capacidad innovadora, pero muchas ideas no llegan a destino", sostuvo. Otro punto para trabajar.

Publicado en LA NACION

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